miércoles, 5 de octubre de 2011

BEL GRIS - Quemado, así no vamos a salir de ninguna crisis.

BEL GRIS BELGRIS
*Foto que me hicieron en la playa. La pongo porque me apetece ponerla.


Sé que quien me conoce sabe que siempre voy con los mismos argumentos, pero es que tengo un "nosequé" interno que me quema por dentro.

¿Dónde está la iniciativa individual? Hay los denominados nini que no hacen nada, los que estudian sin parar y se engachan a aquella oferta de trabajo que les conviene sin importarles un carajo los daños colaterales que pueda provocar la gestión de la empresa donde trabajan, los que esperan a que alguien les salve de la situación pésima que están pasando, las sanguijuelas que gestionan aprovenchándose de las desgracias de los demás, los que gestionan pequeñas actividades como pueden intentando actuar de buena fe y finalmente unos que trabajan a l'Administración Pública que les importa bien poco la penurias que puedan pasar los demás.

Todo lo que digo son ideas generales, está claro que cada persona es un mundo y que no se puede etiquetar, pero de lo que estoy convencido es de que que hay demasiada gente que va a la deriva.

Cuando estudiaba y los profesores preguntaban "¿Por qué estudias esta carrera?" la mayor parte de las respuestas eran que querían un puesto de trabajo que les diera seguridad a la vida. Pero, ¿Qué seguridad os da la vida ( http://www.youtube.com/watch?v=0RHkbt6FMFg ) si por más que te esfuerces tu vida siempre está en peligro? Pienso que en esta vida hay que ser un poco más crítico con lo que te rodea. Yo por ejemplo, soy un perfecto inútil, me gustaría ser multimillonario, pero en realidad me sentiría fatal. Lo que hago es escojer un camino que me permita reírme de mí mismo (muchas veces no lo consigo porque en realidad soy una persona insegura) y hacer equilibrios entre lo que está bien visto y lo que está malvisto. Cuando me preguntaban "¿Por qué estudias esto?" les respondía que era para aprender a hablar mejor.

No puede ser que haya un sistema que permita a los vagos trabajar a temporadas y cobrar todo el tiempo. Hay alguien que empuja continuamente el tren económico y que otros, por aquello de la Sociedad del Bienestar, se benefician a su manera. No me refiero a que los parados no cobren, me refiero a que haya un mecanismo que detecte a los vagos reales y que el sistema les deje que se mueran de hambre. Sí, sí, que se mueran de hambre. Porque hay unas personas, que no son precisamente vagos, que tienen un valor muy importante que hay que tener: capacidad de sacrificio. No puede ser esto de esperar a que te ayude la sociedad del bienestar. Actualmente los que no son vagos, tienen que trabajar veinte veces más que un vago para obtener lo que un vago obtiene sin hacer nada. Y encima muchos que se sacrifican son perseguidos, observados e investigados por la Administración Pública (sí, sí perseguidos) y ésta les hace la vida imposible. No les deja levantar cabeza. ¿A alguien le suena esto? ¿Hay alguien que se sienta así? Estos son los verdaderos héroes. Se pasa muy mal, pero debería haber más gente así, gente dispuesta a sacrificarse, a tirar adelante contra viento y marea. Gente que renuncie a unirse a las grandes organizaciones (públicas o privadas) o que renuncie a lo que este Estado está ofreciendo. Es el momento de plantar cara a Hacienda, a los Bancos, a la Seguridad Social, a las Multinacionales y a todo lo que domina este mundo. Y cuando me refiero a esto no se trata de exigirles más, porque creo que la empresa no es tan rendible como lo era antes. Sino que se trata de darles menos, de no ser sumisos, de ser críticos con ellos, de no dejarse impresionar por los nombres o por las marcas, de transgredir lo establecido.

Transgredir lo establecido no es hacerse puta, gigoló, atracador de bancos, terrorista, actor porno, camello, pincharse ni nada de esto. Se trata de despistar, de añadir un ingrediente a la sopa que haga poner la espalda erguida, girar el cuello y fruncir las cejas a los demás.

Puede que no me exprese bien, que sea desordenado, que esté psicológicamente afectado, pero almenos lo intento, intento este "nosequé" que nunca sabré.